Un RETIRO DE YOGA es un espacio creado para la transformación personal, y la conexión con uno mismo, dónde aprendemos a desarrollar atención plena, invita a tener tiempo para ti, para relajarte, mimarte y escuchar tu voz interior.
Cuando pensamos en un RETIRO DE YOGA , inmediatamente nuestra mente nos traslada a un espacio donde podremos conectarnos con nuestro cuerpo, con nuestra mente, donde “parar” y descansar, y, efectivamente no es una definición lejana.
Casos reales:
“Julia, soltera de 27 años, llevaba tiempo sufriendo cambios en su trabajo. La crisis había sacudido el bienestar de la empresa que se había tenido que desprender de no pocos empleados. Esto le afectó mucho a todos los niveles, no solo lo que supone la pérdida de tus compañeros habituales, algunos con muchos años dentro de la empresa y amigos, sino también porque el trabajo que ellos hacían ahora les tocaba a los que se quedaban, además de sentir miedo e incertidumbre por si ella sería la próxima. Esto le producía ansiedad, no dormía bien por las noches, y un dolor crónico en la espalda, que le empezaba a afectar a su equilibrio emocional.
Un día comiendo en un restaurante vegetariano que le quedaba cerca del trabajo, cogió para ojear una revista alternativa. Mientras pasaba las páginas casi por inercia, se detuvo delante de un anuncio: Retiro de Yoga. Las palabras Retiro y Yoga se agolparon de repente en su cabeza. Hacía años cuando tenía más tiempo iba a clases, y ¡le sentaban tan bien!
La palabra Retiro le trasladaba a un monasterio o casa de retiros, donde la gente iba a rezar, a estar consigo misma o descansar…Inmediatamente cogió el teléfono y llamó, la persona que le informó le explicó que se practicaba ejercicio, en este caso yoga, que la comida era vegetariana, que se hacían paseos en contacto con la naturaleza y meditación. También hacían diversos talleres, todos buscando la auto-observación y toma de consciencia de cada participante. Aquellas palabras hicieron que Marta se decidiera al instante. Era justo lo que ella necesitaba, alejarse en un lugar bonito, en contacto con la naturaleza, hacer algo de ejercicio, pasear, cuidarse un poco, con la comida y el descanso, meditar, y si además esos talleres grupales le hacían ver cosas de sí misma en las que no había reparado antes y podía ser más efectiva en su vida, perfecto. Lo único menos bueno, la hora de despertar, ¡las 7,00h de la mañana!”
Por otro lado:
“Pedro, trabajador por cuenta propia, con pequeño negocio, casado y con 2 hijos, 43 años de edad, en medio de una crisis de pareja, necesita decidir sobre qué es lo que quiere en su vida, su vida laboral le come el 90% de su tiempo, tiene éxito profesional, pero al estar tan involucrado en su trabajo ha descuidado la familia y así mismo, y Clara su mujer le está pidiendo un cambio en su actitud, aunque él está tan inmerso en su día a día que no se ha dado cuenta de lo que está sucediendo. Está perdido. Un día Pedro va a hacer un arreglo en un centro de yoga, y allí hablando con la responsable, de repente sale a colación el estrés de Pedro en la conversación, y los cambios que le está sugiriendo la vida, pero no sabe cómo afrontarlos. Ella le sugiere que busque un espacio para él solo donde pueda relajarse, apartándose de su rutina, para cuidarse un poco y meditar. Le habla de los Retiros de Yoga, en los que no hay que tener una práctica especial, más bien un gran deseo de estar consigo mismo. Por supuesto le habla del Yoga y Pedro decide rascar tiempo de su trabajo y acudir 2 días en semana a sus clases. Durante su práctica se da cuenta de lo abandonado que tenía su cuerpo, de que no sabe cómo respirar bien y de que se siente mucho más tranquilo al finalizar las clases, y cuando llega a casa le apetece ESTAR con su familia.
Pedro decide ir al siguiente Retiro de Yoga y la experiencia al finalizar es tan estimulante y reveladora que, a su vuelta lo primero que hace es contratar a alguien para que le ayude en su negocio, y él empieza a dedicarle más tiempo a su familia y a sí mismo.”
¿En qué consiste la práctica de las diferentes herramientas dentro de un Retiro y cómo me pueden beneficiar?
– Asanas de Yoga, o posturas que fortalecen, tonifican y dan flexibilidad al cuerpo, órganos y vísceras, mejorando su estado. Recomendable: dolores de espalda, articulares, durante la menopausia, en el embarazo y como mantenimiento físico durante toda la vida.
– Ejercicios respiratorios, que nos producen una sensación de bienestar y nos ayudan a estabilizar las emociones y calmar la mente.
– Comida sana que nos nutra, y contenga sobre todo vegetales y frutas frescas de temporada, cereales y legumbres, ayudando a mantener el cuerpo saludable, la mente armoniosa y las defensas altas.
– Meditación, ya sea sentada, andando o activa, permiten entrar en contacto con uno mismo, y silenciar la mente.
– Cantos, mantras y oración, nos trasladan a un espacio en el que podemos sentir nuestra esencia divina y la fe.
– Silencio, básico en cualquier Retiro; al acallar el diálogo externo, el diálogo interno aflora atestiguando así la calidad de nuestros pensamientos. Recuerda que el pensamiento es creador, si es de buena calidad actuaremos en consecuencia pero sino habrá que modificarlos. Pero para llegar aquí es importante conocer la naturaleza de los mismos. El silencio y la meditación son herramientas básicas en este proceso.
– Dinámicas de grupo, para reconocernos y observar nuestra vida desde un plano diferente, en un ambiente nuevo, con perspectiva, tomando consciencia, y desde ahí modificar lo que sea necesario que limite nuestra felicidad.
– Contacto con la naturaleza, respirarla y olerla, percibir la tierra, el agua, el sol…, integra estas palabras, ¿qué te sugieren?…
– Descanso, en un retiro el descanso se da, el trabajo corporal, la alimentación sátvica o saludable, los paseos, el silencio y la meditación ayudan a centrarse en uno mismo, la mente no está tan dispersa, los problemas tienen otro color, en este estado el descanso es verdadero y reparador.
Todas estas herramientas están presentes y al alcance de uno para disfrutarlas, en un Retiro de fin de semana. Son sencillas, pero producen cambios que mejoran nuestra vida a nivel fisiológico, mental y emocional.
Nuestra energía y salud se recupera. Y nuestra actitud ante los problemas es más ecuánime por lo que aprendo a navegar por el océano de la vida observando y disfrutando.
Sonia Casado Saraswati
Yoga Acharya desde el año 2000